Hace unas semanas fui invitada a un almuerzo de la importadora de productos gourmet Inverleoka, con el motivo del lanzamiento de uno de sus nuevos productos: la pasta italiana De Cecco. El evento se llevó a cabo en La Monferrina, una trattoria de barrio en La Macarena, propiedad del chef Sebastián Bedoya quien lleva más de 10 años haciendo pasta fresca y sirviéndola con otros deliciosos platos. Le ayuda su papá quien está a cargo del salón y de servir increíbles cafés y pousse cafés que él mismo prepara.
La tarde arrancó con un capellini al limón con caviar y queso Pecorino, el cual acompañaron con un Prosecco DOCG. Luego vino la especialidad de la casa, un spaguetti a la puttanesca al cual le ponen las aceitunas deshidratadas y pulverizadas, técnica que le aporta un sabor muy especial. Con este plato sirvieron un Chianti DOCG que funcionó muy bien con el tomate de la salsa. Más tarde, nos deleitaron con un linguine con salsa carbonara, a la que le ponen un poco de espinacas y en vez de tocineta, guanciale hecho en casa, como manda la receta original. Para maridar, optaron por un Sagrantino de Umbría cuyo elegante tanino cortó de maravilla la grasa de la carne de cerdo. No contentos con los manjares ya servidos se lanzaron con dos platos más, un rigatoni con albóndigas y una lasaña blanca que sirvieron con un Ripasso DOC.
El banquete fue memorable y de todos los platos, no se sabía cuál estaba mejor.
Conversando con los anfitriones pudimos entender que gran parte de todo lo magnífico que estábamos sintiendo tenía que ver con la pasta que se empleó en cada preparación: no en vano, la familia De Cecco lleva más de 130 años elaborando pasta de sémola de trigo de la mejor calidad. Sin embargo, no pude evitar preguntarles que aparte de la tradición, ¿qué es lo que hace a De Cecco tan especial?
Me dieron varias razones; la primera, es que De Cecco es propietaria del molino con el cual obtienen la sémola para sus pastas; la segunda, usan agua de manantial que entra directo de la montaña a su fábrica para la elaboración de las masas; lo tercero, todos los moldes que emplean en el proceso son de bronce, material que ayuda a desarrollar poros más gruesos en la pasta, permitiendo que éstas absorban mucha más salsa al momento de su preparación. Cuarto, usan solo el centro del trigo, el cual es la parte más dura de este, obteniendo una pasta que se comporta muy bien en las cocinas de los restaurantes en las cuales por lo general la pasta es primero precocida y luego finalizada al momento en que el comensal ordena el plato.
Sin duda, una colección de motivos que explican perfectamente por qué fue que comimos tan absolutamente delicioso esa tarde. Por supuesto, el aporte de la gran cocina y técnicas de Sebastián Bedoya, contribuyeron a que yo saliera de ahí directo a pedir un cargamento de esta pasta para mi casa.
De Cecco se consigue en los principales supermercados del país y también se puede pedir a domicilio en la página web de Inverleoka, www.kavaterroir.com. Y si se antojó de conocer La Monferrina, no lo piense dos veces, es realmente espectacular. Para reservas visite en Instagram @lamonferrina
ACERCA DEL AUTOR:
Como Economista y Sommelier Profesional, Michelle Morales combina su labor de consultoría administrativa y estratégica a empresas de restaurantes en Colombia con una activa participación en medios escritos en los que comparte sus historias y vivencias en su principal campo de acción: la gastronomía y el estilo de vida. Adicionalmente, trabaja activamente como Sommelier Consultor para varias compañías de la industria, al tiempo que se dedica a comunicar a través de sus redes sociales, todas sus experiencias en restaurantes, bares, hoteles y diferentes experiencias que, por su trabajo y estilo de vida, suele disfrutar.