Hace unos días estuve haciendo una diligencia demorada y cansona en el barrio “7 de Agosto” en Bogotá, cuando de repente me di cuenta que eran las dos de la tarde y no había almorzado ni desayunado. Salí del sitio, en donde me habían anunciado una espera de al menos dos horas, para buscar algo que comer en los locales aledaños. La oferta era desalentadora, en la zona solo había algunas tiendas de barrio y un par de cafeterías en las que ya no había almuerzo. De repente, se me vino a la cabeza un lugar que unos clientes míos habían montado durante la cuarentena, el cual según me acordaba estaba justo en el corazón del “Siete”. Emocionada, me fui caminando rumbo a la Carrera 19 con Calle 66 para encontrarme con “El Buen Pastor”, una taquería mexicana especializada en la preparación de tacos, quesadillas y tortas “al pastor”.
Lo primero que pedí fue una Costeña que me trajeron a una temperatura absolutamente perfecta y una velocidad que agradecí. Luego, me pasaron la carta impresa, gesto que también aprecié ya que los códigos QR, sinceramente, comienzan a abrumarme. La oferta incluía las opciones “al pastor” ya mencionadas y además, nuevas incursiones en birria de res, suadero, berenjenas y tripa. Ordené con timidez un taco al pastor y uno de berenjena; luego, como seguía con hambre me lancé a ensayar uno de birria y luego, otro de suadero. Fueron en total cuatro tacos que me disfruté al máximo y por los cuales pagué la módica suma de $26 mil pesos incluida la Costeña y una ración ilimitada de unas exquisitas salsas que ofrecen para acompañar los platos: una de tomate verde ligeramente picante y otra roja, no tan dócil como la anterior. Además, ponen unas cebollitas rojas encurtidas del otro mundo que van de maravilla con cualquiera de los tacos, tortas o quesadillas que uno pida.
El Buen Pastor es un lugar sin pretensiones y con todas las piezas puestas en su correcto nivel de calidad y confort. No en vano es obra de los mismos creadores de lugares tan especiales y exitosos como el restaurante mexicano “Insurgentes” o el bar de la bebida de Baco “Altas”, ambos en Chapinero Alto. La verdad es que la pasé tan bien que quedé con ganas de volver a tardear en la terraza del segundo piso, al son de la fina música que ponen, la rica comida que sirven y sus heladas bebidas fermentadas de lúpulo y cebada.
Para los que se antojen y quieran ir a gozar de este maravilloso lugar, les cuento que no aceptan reservas así que es mejor llegar temprano o durante las horas valle. Abren todos los días desde las 12 p.m., hasta las nueve o diez de la noche y se puede pagar con tarjetas o efectivo.
EL BUEN PASTOR
Calle 66 No. 19 – 85 Esquina
Bogotá, Colombia
Instagram @elbuenpastordelsiete
ACERCA DEL AUTOR:
Como Economista y Sommelier Profesional, Michelle Morales combina su labor de consultoría administrativa y estratégica a empresas de restaurantes en Colombia con una activa participación en medios escritos en los que comparte sus historias y vivencias en su principal campo de acción: la gastronomía y el estilo de vida. Adicionalmente, trabaja activamente como Sommelier Consultor para varias compañías de la industria, al tiempo que se dedica a comunicar a través de sus redes sociales, todas sus experiencias en restaurantes, bares, hoteles y diferentes experiencias que, por su trabajo y estilo de vida, suele disfrutar.