Los investigadores midieron las diferentes longitudes de onda de la luz proveniente de las galaxias masivas cercanas con datos del Estudio de galaxias masivas del telescopio Hobby-Eberly. Esto permitió que el equipo, dirigido por Ignacio Martín-Navarro, creara una instantánea histórica de la velocidad de enfriamiento del gas del Universo temprano. Comparando las galaxias y su velocidad de formación de nuevas estrellas, el equipo descubrió que el enfriamiento en cualquier galaxia dada es más eficiente, y por lo tanto ocurre antes, en galaxias que contienen un agujero negro central masivo. “La relación observada entre la masa negra y la eficiencia de la formación estelar se aplica a todas las generaciones de estrellas formadas a lo largo de la vida de una galaxia, revelando una interacción continua entre la actividad del agujero negro y el enfriamiento del barión”, escribió el equipo en Nature .
Esta no es la primera vez que los investigadores encuentran una conexión entre la formación estelar y los agujeros negros. Un estudio anterior con el Observatorio Espacial Herschel demostró que las galaxias con agujeros negros activos y poderosos producen menos estrellas que aquellas con agujeros negros menos activos. Y en diciembre, investigadores de la Universidad de California en San Diego detallaron cómo los agujeros negros supermasivos afectan la formación de galaxias . La nueva investigación muestra que la masa de los agujeros negros también tiene un efecto.