Por Rigo Steve
Principal Ecosystem Architect en Think Big Analytics, una Compañía de Teradata.
Debido al rápido crecimiento de la digitalización en prácticamente todos los sectores, hoy en día la demanda de análisis de datos está en su nivel más alto. Las compañías deben revisar las opciones tecnológicas existentes ya que son múltiples y complejas –entre ellas el software libre y la nube. Sabemos de la presión que existe para acortar los plazos de amortización y lograr un costo total óptimo. También de la necesidad de habilitar eficazmente analíticas para el usuario final, para lograr resultados ágiles que satisfagan las demandas de los usuarios, quienes esperan obtener resultados a una velocidad inusitada.
Para lograrlo es necesario entender que las empresas deben contar con una arquitectura que ayude a proporcionar una analítica de alta velocidad y un apropiado ecosistema. El costo de no tener esta arquitectura analítica adecuada es elevado, ya que puede manifestarse de manera negativa en temas de incompatibilidad, gobierno, seguridad, falta de acuerdos a nivel de servicios, problemas de escalabilidad y extensibilidad.
El reto es saber cómo se puede planificar una arquitectura del ecosistema de datos eficaz para el futuro. La clave es que ésta no debe estar basada principalmente en opciones tecnológicas aisladas, sino en las funcionalidades que se necesitan, los requisitos del negocio -tanto técnicos como no técnicos- y ser capaces de evaluar cada tecnología según su adaptación a las funcionalidades y a los requisitos. A menudo, la elección de las tecnologías se orienta para casos de uso específicos, por lo que tienden a tornarse inútiles al poco tiempo, cuando ya no pueden satisfacer necesidades mayores.
Para alcanzar el éxito hay que tomar ciertas cuestiones en cuenta. Acá recomendamos realizar los siguientes ejercicios:
La elección de tecnología a partir de las necesidades futuras y de una arquitectura bien pensada, puede asegurar que ésta tendrá una vida más útil y larga. Por lo que es indispensable desarrollar una arquitectura pensada en el futuro, procurando garantizar que las funcionalidades podrán satisfacer los retos del mañana.