Las tortas o queques clásicas tienen un tamaño ideal para reuniones grupales, suelen ofrecer hasta 10 porciones. Pero siempre es complicado elegir el sabor, ya que debe ser uno que le guste a todos o la mayoría. ¿Qué tal si cada uno puede “elegir su porción”?
Los postres individuales que se pueden adquirir en confiterías o tiendas son, o demasiado chicos, o demasiado “industriales”, lo cual disminuye el sabor potencial -y por ende la satisfacción de quien lo come- que puede tener un postre casero y abundante.
El envase de plástico hoy día constituye una amenaza al medio ambiente y eso el consumidor lo sabe.
Los Frasquequitos son 100% caseros, y exquisitos. Vienen en porciones individuales para que cada uno pueda elegir el sabor que más le guste. La porción es abundante: también se puede compartir, ideal para parejas melosas. Su innovadora forma de presentación le da un plus a la tentación porque el consumidor puede ver el contenido. El envase de vidrio es environmental-friendly y se le puede dar otros usos!
Frasquequitos está dirigido a todos los consumidores de postres nivel ABC. Hoy la zona de alcance es Santiago Oriente, aunque su venta vía redes sociales hace que no haya realmente límites de locación. El target apunta a aquellas personas que disfrutan del buen comer, de la gastronomía general y la repostería innovadora. A quienes les gusta probar algo distinto y sorprender regalando. A todos los que valoran las cosas hechas bien, con empeño y dedicación.
Frasquequitos surge a partir de la combinación entre fanatismo por lo gourmet, la pasión por pinterest y mi licencia por maternidad. Esto último me dio el tiempo que me faltaba para explorar, conocer, experimentar y dar con la idea de crear tortas en frasquitos, que además de ricas sean bien lindas a la hora de presentar. El nombre de la marca apareció solo, está claro que es la fusión entre “frasco” y “quequitos” (“tortitas” en chileno).
A partir de que surgieron la idea y la marca, comencé a probar recetas, combinando aquellas que ya conocía con otras que encontraba en internet, sumando siempre un toque personal. Mis primeros consumidores fueron familiares y amigos, quienes siempre quedaban sorprendidos y felices con el resultado. Comencé a vender a través de redes sociales y hoy estoy investigando opciones para ampliar mi producción, realizando los trámites necesarios para poder vender en locales como confiterías, evaluando la opción de poner un local propio.
La presentación: envase de vidrio reciclado y reciclable. Lindos y tentadores.
El tamaño: porción individual y abundante.
La variedad: diferentes -y diveros- sabores, para todos los gustos.
La preparación: 100% caseros y bien ricos.
El envase de vidrio permite el reciclado, con lo cual es bien amigable con el medio ambiente. La preparación de los postres, además, no requieren de mucho consumo energético, solo el necesario para refrigerar los postres. Se utilizan hornos y quemadores pero con poca intensidad y corto tiempo.