La Ultima Escuela
Lucía se levanta todos los días poco después del amanecer y comienzan su largo recorrido para llegar a la Escuela Nº 82, ubicada en Valle de Solís, Lavalleja. Si tiene suerte lo hace en moto. La mayoría de las veces, viaja varios kilómetros a pie o a caballo. Cuando al fin llega a la escuela, encuentra a Adela, la maestra, esperándola. No hay nadie más en ese conjunto de pequeñas casas que incluye el salón, una cocina y comedor y hasta un cuarto. Ella es la única alumna que queda en una escuela de un paraje aislado que con sus paredes blancas, su escudo y la bandera uruguaya flameando, testimonia el despoblamiento del campo uruguayo y la permanencia de un sistema educativo que trata de llegar a todo el país.
Poco después, milagrosamente, llega Evelyn. Lucía está feliz. Por fin tiene una compañera de clase. Ambas tienen la misma edad y están en 6o de escuela. El último año de Primaria.
Valle de Solís es una zona tradicionalmente remolachera que, como tantas en el país, se formó alrededor del tren y se estancó cuando el ferrocarril dejó de pasar. En Valle de Solís ya no quedan más niños que Evelyn y Lucía. Ellas son las habitantes cotidianas de la escuelita 82, pilar fundamental de la vida de esta comunidad.
Con el paso del tiempo, Adela, Evelyn y Lucía establecen una relación casi de familia, como la de una madre con sus hijas.
Durante el día las niñas aprenden Matemática, Idioma Español, Historia. Pero también ayudan a cocinar, miran películas, compiten a ver quién corre más rápido por encima de un tronco que se encuentra en la entrada. Aprenden los nombres de los pájaros que anidan en el ceibo. Juntas celebran cumpleaños, viajan a Minas a aprender a nadar y a Montevideo para conocer la ciudad. En la capital visitan monumentos, plazas y museos y, aunque todo es muy impresionante, la mayor diversión no está ahí sino en las escaleras mecánicas de Tres Cruces, en el asombro por el tamaño de los edificios, en la arena de las playas de la rambla y en la inmensidad del Río de la Plata al cual conocen por sus lecciones de Historia.
El año transcurre con aparente normalidad. Pero es solo aparente: Cuando Evelyn y Lucía terminen los cursos se irán lejos de allí, a seguir estudiando. Y a menos que suceda un milagro, la escuela cerrará porque ya no queda ningún niño en la zona para asistir.
Los pobladores de Valle de Solís están preocupados. Los abuelos de Evelyn y Lucía fueron los primeros alumnos de la escuela 82. Ellos, y sus hijos, buscan que alguna pareja joven se instale en la zona para asegurarse de que la escuela permanezca abierta y no se convierta en un edificio vacío, sin el alma que las alumnas y la maestra le ponen hoy a la escuela.
Son pocos. Pero tienen una causa y por eso los pobladores de Valle de Solís esperan que ocurra lo único que puede salvar a la escuela: un milagro. ¿Sucederá?
Todo sirve. Ya hemos podido grabar buena parte del documental con nuestros fondos. Falta trabajar en guión final, edición y post. Con el 10% podría ayudar a terminar el guión.
Todo ayuda. Con el 25% ayudaría a terminar el guión y pagar parte de la edición.
Todo suma. Serviría para terminar la edición y para al menos pagar parte de la postproducción de sonido.
Todo aporta. ¡Con el 75% estamos cerca!! Ayudaría a terminar lo anterior y la post de color.