En Chile tenemos la mayor tasa de nacimiento de personas con Síndrome de Down de Latinoamérica, 1 de cada 400 bebes nace con esta condición. Muchos de estos padres deben cargar con la etapa de duelo, al saber que su hijo viene con capacidades diferentes, para algunos es algo normal pero para otros es una noticia bastante fuerte. Los sentimientos que afloran al enterarse de que tienen a un niño con la condición son de miedo, ansiedad y hasta de suicidio. Sin embargo hay una pregunta que todos los padres se hacen en algún momento: ¿Qué será de mi hijo cuando yo ya no esté? Este es mayor cuestionamiento que se realizan los padres que tienen hijos con Síndrome de Down, debido a que vivimos en un país en donde las oportunidades de inclusión para este segmento son escasas, y más aún en regiones, en donde se puede evidenciar el centralismo, la falta de espacios terapéuticos y el cierre de puertas por parte de varios colegios e instituciones educativas.
Investigando un poco más en detalle, nos dimos cuenta que los padres de los niños con síndrome de Down no cuentan con muchos recursos específicos para formar a sus hijos en sus hogares, además, los especialistas que trabajan con los niños, indican que varias veces deben adaptar el material educativo existente, a las necesidades particulares de cada niño. Por otro lado las herramientas tecnológicas que hay hoy en día en el mercado no están ajustadas al contexto educativo chileno, en cuanto a las metodologías educativas usadas con personas con necesidades especiales, y en relación al vocabulario e idioma utilizado en ellas. Por último, existe una brecha digital entre las personas sin discapacidad intelectual y personas con síndrome de Down, la cual es sin duda una gran barrera a la hora de pensar en un plena inclusión de estas maravillosas personas.
Ofrecemos aplicaciones móviles que utilizan la tecnología realidad aumentada en pro de fortalecer los procesos de estimulación, aprendizaje e inclusión de niños con síndrome de Down.
A través de ellas queremos complementar las metodologías de enseñanza utilizadas hoy en día en la educación especial y así poder entregar a los niños nuevas herramientas para que aprendan y se desarrollen en un medio más motivador e interactivo.
Nuestro principal objetivo es potenciar la formación temprana de estos niños para que así construyan una base más sólida para enfrentar su futuro, y puedan alcanzar su independencia y autovalencia.
La innovación está inserta en el mercado de las aplicaciones móviles, las cuales han sido las causantes de la revolución de los dispositivos móviles, ya que estas han adaptado la forma de navegar en internet, de jugar y de trabajar. El negocio de las aplicaciones móviles, si bien se proyecta como un mercado en el que el precio de descarga ya no será un factor relevante, sino que lo primordial será la riqueza de la información que entregan, el mercado de las aplicaciones educativas pagas es un mercado activo y posiblemente rentable.
La industria de las aplicaciones de realidad aumentada destinadas a la estimulación y/o educación de niños con necesidades educativas especiales se encuentra aún poco desarrollada. Las aplicaciones o herramientas existentes ofrecen actividades que apoyan el aprendizaje de niños con necesidades educativas especiales (NEE), como los niños con síndrome de Down, Asperger y autismo; sin embargo todavía hay un vació en cuanto a la oferta de aplicaciones en el mercado chileno, ya que no todas se enfocan un 100% en las necesidades específicas de cada niño con síndrome de Down, debiendo ellos y sus padres adaptarse a las aplicaciones y herramientas existentes.
En este contexto, el mercado objetivo son las familias o grupos de padres que tienen hijos/as síndrome de Down; poseen entre 18 y 50 años de edad y se sienten invadidos por frustración e incertidumbre, al saber que sus hijos no son aceptados socialmente; sienten la necesidad de buscarles nuevas oportunidades ya que anhelan conseguir su independencia y autovalencia. Son padres proactivos y dispuestos a invertir en herramientas que fortalezcan la formación de sus hijos.
El emprendimiento nace el año 2014, durante el proceso en el cual tuvimos que buscar un tema a desarrollar para la memoria de titulación de Ingeniería Civil Industrial. Con mi compañero Cristopher queríamos hacer algo distinto, un proyecto que impactara socialmente. En base a esto nos dimos cuenta que teníamos algo en común, ambos teníamos parientes con Síndrome de Down, con los cuales llevábamos compartiendo ya bastantes años. Investigando y buscando alguna temática, nos llamó la atención la tecnología realidad aumentada, una tecnología no muy explotada en Chile en el ámbito educativo. Juntando estos dos elementos es que decidimos desarrollar un proyecto que resolviera algún dolor en este segmento, por lo que después de llevar a cabo una etapa de validación vimos que la creación de aplicaciones móviles que incluyeran esta tecnología, era una solución con bastante potencial, deseable, factible y viable. Comenzamos a formar un equipo multidisciplinario, reclutando profesionales de Ingeniería en Computación, Pedagogía en Educación Diferencial y Diseño Gráfico. Así es como nace el emprendimiento “intAR21”, conjunto de aplicaciones móviles de realidad aumentada dirigidas a niños con síndrome de Down, con el cual postulamos y levantamos fondos en diversos concursos de emprendimiento a nivel nacional.
¿Por qué intAR21? Decidimos usar la sigla “int” para representar inclusión interactiva, “AR” por las iniciales de Augmented Reality (Realidad Aumentada en inglés) y el número “21” debido a la trisomía del cromosoma número 21, causante del Síndrome de Down.
Hitos Clave
Año 2014
Año 2015
En el equipo hay tres integrantes que tienen familiares con síndrome de Down, esto facilita empatizar con los padres y sus hijos y también para generar mayor motivación y pasión en el equipo.
De las aplicaciones desarrolladas existentes hoy en día para las personas con necesidades educativas especiales, ninguna utiliza la tecnología realidad aumentada. En Chile fueron creadas 5 aplicaciones dirigidas a niños con autismo. En Argentina se encuentra el proyecto DANE, creado para desarrollar aplicaciones para niños con síndrome de Down, sin embargo, los contenidos apuntan a trabajar la estimulación de los niños, más que prepararlos y entregarles las habilidades previas para el comienzo de la lecto-escritura.
A través de la realidad aumentada, hemos revolucionado la manera de estimular y de enseñar contenidos a los niños con síndrome de Down. Las aplicaciones para tablets están diseñadas para permitir el desarrollo de diferentes habilidades cognitivas: la memoria, la atención, el lenguaje, la lectura y escritura, la orientación espaciotemporal y la psicomotricidad. Generamos contenido en base a los requerimientos específicos de las personas con síndrome de Down, este material permite a los niños visualizar figuras en 3D (en dimensiones reales), las cuales antes solo podían visualizar en tarjetas de papel en 2D, además están adaptadas en un comienzo a la realidad y al contexto Chileno.
Con esta herramienta se amplía la gama de recursos que tienen los padres y especialistas para formar a los niños con síndrome de Down. Esta aplicación facilita los procesos de inclusión de los niños por medio de actividades grupales y el juego. Además podría generar beneficios en las oportunidades inclusivas que tengan a futuro, tanto en su juventud como en el mundo laboral. Permite disminuir la brecha digital que hay entre niños con síndrome de Down y los niños sin ningún tipo de discapacidad. Se espera lograr un mejoramiento en el aprendizaje y motivación de los niños por aprender.
Se trata de una herramienta digital, que permite remplazar en algunos casos el uso de papel, utilizando solo una hoja para representar varios elementos. Por ejemplo, para enseñar a los niños los animales, se utilizan varias fichas o tarjetas de cartón; con esta herramienta se pueden mostrar todos los animales con solo una hoja y además se puede incluir para cada animal, información extra, movimientos, sonidos, etc. Por lo tanto con esta herramienta se pueden remplazar o disminuir el uso de libros y tarjetas de papel, utilizadas hoy en día en la educación especial, con ello se estaría reduciendo las emisiones de CO2.